viernes, 12 de septiembre de 2008

HUBO UN HOMBRE


Quiero Contarles una historia, mi historia, esas historias que te marcan para toda la vida. Hubo un hombre en mi vida que fue mi Príncipe Azul (aunque nunca mas he creído en ello), este hombre era maravilloso, atento comprensivo, me escuchaba, me entendía, no necesitaba decirle nada para que el se diera cuenta de que algo pasaba. Aun recuerdo sus besos, besos que me estremecían y aun hoy al recordarlos mi cuerpo reacciona.
El era un hombre sensible a mis necesidades, jamás necesite decirle lo que me sucedía, el ya lo sabia, me prestaba su hombro para llorar y secaba mis lagrimas con besos de dulzura, me hacia sentir dueña del mundo, me apoyaba e incentivaba a lograr mis sueños, se dedicaba a mi. Era un amante experto, con el tuve sensaciones que nunca he vuelto a sentir, sabia tocarme, hacerme tener orgasmos interminables, me hizo desearlo cada día, cada instante y yo me sentía deseada por el, me enseño cosas del sexo que nunca pensé se podían hacer. Siempre me decía que es mejor hacer el amor a tener sexo, con el primero todo tu ser se entrega y disfruta, con el segundo solo el cuerpo se goza.
Ese hombre era mi amigo, compañero, amante, amor, el lo era todo. Con el conocí realmente el significado del amor, el placer de las cosas sencillas, cuantas veces nos quedamos recostados en el pasto de un parque mirando el cielo en silencio solo por el placer de disfrutar el estar juntos, cuantas veces un chocolate nos sirvió para jugar y reírnos, no se cuantas veces disfrutamos de una copa de vino mirando como nacía y moría la noche. Cada instante juntos era una experiencia llena de amor y complicidad.
Me enseño a hacer locuras, a reírme de mi misma, a no hacer caso del que dirán y hacer lo que quieras cuando quieras. Nos encantaba tocarnos furtivamente, un agarrón dado a la rápida detrás de una puerta, o mientras yo preparaba la cena, cuantas veces no se nos quemo la comida porque ese agarrón se trasformaba en un deseo de hacer el amor. Cuando íbamos de visita a algún departamento de los amigos y nos encerrábamos en el baño y el me decía cinco minutos solo cinco minutos.
Son tantos los recuerdos, son tantas las emociones, que lo que diga de el seria poco.
Pero un día se fue, con una que no me lo iba a regresar jamás, La Muerte. Ella me lo arrebato, creo que se sintió envidiosa de que el me amara así, se lo llevo sin previo aviso, dejándome sola, sola con los recuerdos. Sentí que me moría yo también, pero su voz en mi cabeza sonó una vez mas diciéndome: Vive mi niña, vive. Mantenme vivo en tu corazón y en tus recuerdos y yo viviere para siempre, pero vive.
Ya han pasado algunos años desde su partida y aunque la herida esta cerrada, cuando la toco aun duele.
Lo quise recordar no por un afán masoquista, más bien para demostrarme a mi misma, que hay hombres buenos, buenos de verdad, que son capaces de amar, respetar y ser honesto toda su existencia.
Hoy te recuerdo amado Mio, con el amor que aun vive en mi por ti, se que no te perdí por completo y que eres mi Ángel Guardián. Un beso y un abrazo no al vacío, a ti.
Brindare como lo hicimos juntos tantas veces. Brindare por los años que compartimos y por los años que he brindado en soledad. Feliz aniversario.

1 comentario:

Anónimo dijo...

lindo lo que escribiste
salu2

tu ex angel