miércoles, 25 de febrero de 2009

Amarte

Despertarme y encontrar una rosa en la almohada
o una nota escrita a la rápida sobre el buró,
me hace amarte cada día un poco más
y le ruego al cielo a cada instante no perder ese amor.

Un beso para despertarme suavemente en las mañanas
y un abrazo que me aprisiona por las noches,
me hace entender que lo que tenemos nosotros
por mucho que sean los avatares de la vida. No se rompe.

Una palabra, un gesto o tan solo una mirada
para entendernos, complementarnos o en silencio escucharnos
me ha hecho entender que aunque han pasado los años
nuestro amor sigue siendo el mismo, se mantiene intacto.

Me enseñaste que los detalles demuestran el amor,
que las palabras se olvidan con el tiempo,
que para pelear se necesitan dos enojos
y que siempre para resolver todo, hay un momento.

Aprendimos que vivir no era tan solo respirar,
que vivir, es despertar cada día con una sonrisa para dar,
que las peleas jamás han contribuido al amor
y que jamás te debes ir con un enojo a acostar.

Supimos siempre que el amor es más que sexo,
que se basa siempre primero en la amistad,
que cuando se acaba el enamoramiento primero
te queda todo el querer, la risa y la complicidad.

Sabemos que llegaremos juntos al ocaso final,
abrazados y riéndonos como lo hemos hecho hasta hoy.
Que siempre encontraremos alguna rosa en la almohada
o quizás cuando llegue el día, un último suspiro sobre el buró.

DESCONOCIDOS

No miramos frente a frente
y la angustia me invade
ya no puedo reconocerte
se que en un tiempo te ame
y hoy no se siquiera como quererte.

Ya no ansío tus caricias como antes
ni siquiera deseo tocarte,
te escucho llegar a la habitación,
y solo quisiera escaparme.

Nuestra cama es solo un mueble
que más que unirnos nos separa
tú por tu lado cada noche
yo ahogando gritos en la almohada.

No te reconozco como antes
y tú pareces no mirarme
somos dos extraños conviviendo
que solo tratan de soportarse

Despierto cada mañana a tu lado
no sabiendo quien me acompaña
no se como enfrentarte
y tu solo me miras y callas.

No hay siquiera un beso de despedida
ya no hablamos ni por cortesía
no supimos salvar a tiempo
lo que un día con felicidad nos unía.

Quizás sea tiempo de dejarnos,
de ser felices, que es lo importante
a nosotros se nos murió el amor
no hay nada por lo cual quedarse.

¿Qué daría?

Besarte
¿qué daría por besarte otra vez?
sentir la tibieza de tu boca,
tu legua juguetona dentro de mí,
y no sentir ese absurdo rechazo
que me hace rehuirte más, cada vez.

Tocarte
¿qué daría por tocarte otra vez?
sentir la suavidad de tu piel
y de tu aroma impregnarme,
sin sentir el asco circundante
de tu aroma infiel.

Escucharte
¿qué daría por escucharte?
sentir el susurro de tu voz
cuando deseabas gozarme,
mas cierro mis oídos a tu voz,
mintiendo tan solo con hablarme.

Amarte
¿qué diera por amarte?
pero te haz borrado de mí
hoy solo quiero dejarte,
no quiero seguir sintiendo
que puedo llegar a odiarte.