martes, 9 de septiembre de 2008

MEDIAS NARANJAS

Ahora que llega la primavera, donde andan todos con las hormonas revolucionadas, donde todo parece color de rosa, donde las muestras de amor se dan por doquier, se me vino a la cabeza esa famosa frase: “quiero encontrar mi media naranja” ¿Qué es eso?, si mas bien parece que uno siempre encuentra al medio limón. Bueno pero como últimamente tengo una envidia parida por esos rozagantes enamorados. Creo que Dios se olvido de crearme una media naranja, y le he tenido que sacar el jugo a naranjas ajenas.
Siempre he sido la amante ideal, la amiga perfecta, la compañera de copas, pero amor de alguien no.
Y como dije en otra ocasión no porque sea una bruja, si no por todo lo contrario, me considero una mina evolucionada, relajada, que hace, dice lo que quiere y piensa, que no se acompleja por el que dirán , una que le basta solo un par de horas para comerse a un tipo y me he comido a muchos, pero no he encontrado a mi media naranja, pellizcó y chupo naranjas ajenas, pero nadie que sea solo para mi y cuando pienso haberlo hallado, llega una yegua y el se va con esa que le encaja mejor, aunque cuando me encajaba a mi me decía que era lo mejor.
Me han dejado después de mostrarles las ventajas de estar con una mujer sin complejos, sin inhibiciones, una todo terreno (como me dijo un amigo), una mina con la cual puedes contar, la que se transforma en tu mejor amiga, mejor amante, mejor consoladora, me dejan por irse detrás de mis congéneres llamadas “brujas”, No hay derecho.
He probado medias naranjas toda mi vida, pero no era la mía, quizás alguna de esas brujas se la esta comiendo ahora, por eso seguiré peñiscando naranjas ajenas y sacándoles el jugo, hasta que encuentre la mía, si es que existe.

ME NIEGO A SER UNA BRUJA

Hola otra vez. Como tengo complejo de escritora (buena o mala ustedes deciden), vuelvo a escribir de lo mas que conozco, los hombres, benditos y odiados hombres.
Como dije una vez, yo no los entiendo y es verdad, por más que he interactuado con ellos (en distintas formas), aun no logro entenderlos.
Para empezar ellos siempre dicen que somos unas brujas, cínicas, cuaticas, manipuladoras, etc., pero como yo y muchas otras rompemos esa regla, hablare de mi propia experiencia para que logren entender.
Soy una mujer independiente, relajada, respetuosa de los espacios, jamás reviso celulares, billeteras o correos electrónicos, dejo que salga con los amigos, vea futbol y juegue este mismo, si puedo lo acompaño, los escucho, no me escandalizo por nada, soy como su mejor amigo pero en versión femenina, ellos igual me dejan por esas que son todo lo contrario a mi, y a las cuales odian ¿quien los entiende?
Contare la historia que me ocurrió más recientemente. Estaba saliendo con un mino, medianamente guapo, mas joven que yo, con el cual podía mantener una conversación mas o menos coherente, cosa rara en algunos hombres. Bueno este mino era muy parecido a mi, ardiente, honesto (eso pensé) y teníamos las cosas claras entre los dos, nuestra relación se basaba en una buena amistad y mejor sexo. Nos fuimos enganchando cada vez mas, le encantaba que yo fuera así, liberal y relajada, que no lo cuestionara y que pudiéramos compartir distintas cosas, pero un buen día me dijo que había vuelto con su ex, ¡SU EX!, Esa que tanto descuero conmigo, que era una bruja, que lo controlaba hasta cuando iba al baño, la que si no escondía el celular, devolvía el llamado a cuanto teléfono estaba registrado, esa que le había hecho mil y un escándalos en la disco por estar bailando con otras, esa que había inventado un embarazo solo para que el no la dejara. Había vuelto con ESA.
Pero a mi no me quería perder, porque yo lo entendía, que cuando estaba conmigo se sentía relajado, que conmigo se sentía cómodo. Andaaaaaa.
¿Quién entiende? Ósea para mantener a un pastel a mi lado voy a tener que ser una bruja, NO ¡QUE HORROR! Me niego, me niego a convertirme en eso. Si he de pasar mi vida probando medias naranjas ajenas, lo hare, pero convertirme en una bruja jamás.