miércoles, 10 de septiembre de 2008

LA SOLEDAD


La soledad es una ingrata, a la que se le va agarrando el gusto, con un alto riesgo de parar completamente enamorado de ella. La soledad es un motel que no es de nadie, es una cama que no es mía, es despertar a las tres de la mañana y no saber donde esta el baño. La soledad soy yo. La soledad es la gota de agua en la llave del baño que dejaste prendida y que no quieres apagar por no sentirte solo. La soledad es como un suplicio ingenioso de la naturaleza que hace que nos encontremos con nosotros mismos para poder valorar a los demás. La soledad es un espejo… que no miente. La soledad es ese montón de sonidos que no escucha nadie pero que hacen demasiado ruido. La soledad soy yo en compañía del pasado. La soledad es un beso que se desperdicia en la almohada, es ver la sombra y la silueta de alguien que ya no esta. La soledad es una malvada insoportable y maravillosa que me gusta no se bien Por qué. La soledad es entender por fin que no hay mejor compañía que la soledad, es el velorio de un día que se fue, es dejar de estar haciendo nada, prepararte, vestirte, abrir la puerta, salir, para seguir haciendo lo mismo. La soledad es la compañera, la del miedo, la de los futuros inciertos, la del camino, la búsqueda. La soledad.
RICARDO ARJONA.

Soledad, quien no ha estado o se ha sentido solo/a alguna vez, a veces es un estado condicionado por distintos factores, alguna decepción amorosa, un abandono, el simple hecho de tomarse un tiempo para pensar y organizar prioridades de la vida, etc. Pero hoy les quiero poner en sus mentes una soledad que a nadie le gusta, una soledad que duele y daña en el fondo del corazón, esta soledad que afecta tanto a hombres como mujeres, hablo de la soledad de estar acompañado.
¿Cuánto/as de ustedes han sentido esa soledad? Yo creo que mas de una/o. Es esa soledad de estar en pareja, cuando los espacios en común se sienten vacíos, cuando se mira pero no se encuentra al otro, donde ya no hay nada en común, donde la cama ocupada por dos es compartida con el frío de la indiferencia, esa soledad que te impide encontrarte con el otro, de verlo a los ojos y hallar la razón por la cual aun estas con el o ella.
Esa soledad es la mas cruel que conozco, porque esa soledad no es adoptada o asumida, esa soledad se va metiendo entre dos personas que antes se amaban y acompañaban, esa soledad se va alimentando de nuestros egoísmos, de nuestra falta de compromiso, se alimenta de nuestras peleas, de nuestras mentiras, y se mete cada vez mas para ocupar espacios que antes eran de dos y los divide con un muro invisible y pasas a ser un extraño con la otra persona.
Esa Soledad destruye relaciones y corazones, sientes que quieres escapar y dejar todo atrás.
No hay cosa mas triste que sentirte solo pero si esto ocurre cuando estas con alguien que elegiste como compañero/a de vida, se hace cruel e insoportable, y ahí llega la compañera inseparable de esta soledad, la frustración.
Debo confesar que yo más de una vez sentí esta soledad que no es amiga, que no te hace bien, que te destruye, pero fui capaz de mirarla de frente y decirle ya basta. Esa es la opción que tenemos, decirle basta y terminar con ella, evitando un daño irreparable en una relación que fue de amor.
No soy quien para dar consejos, pero les digo, si alguna vez esta maldita soledad, los alcanza, busquen a ese otro que un día amaron, mírenlo a los ojos y díganle que antes que todo sea peor, dejen las cosas hasta ahí y salven lo que aun se pueda salvar. Quizás pierdan un amor pero les aseguro ganaran un/a amigo/a.

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