viernes, 12 de septiembre de 2008

VIOLENTADAS


A través de la historia, a las mujeres se les ha considerado en ser humano de segunda clase, un ser inferior condicionado por el designio de los hombres.
Recuerdo historias contadas por las abuelas, donde decían que ellas eran casadas sin su consentimiento, con hombres que ni siquiera conocían, que debían soportar abusos físicos, sicológicos e incluso violaciones de parte de ellos porque para eso eran sus esposas, que estos mismos hombres engañaban y podían tener mas de una mujer, porque para eso eran Hombres y si por algún motivo ellas reclamaban o se atrevían a desafiarlos, corrían el riesgo de ser asesinadas por ello, cosa que hasta el día de hoy ocurre, basta ver la tasa de femicidio que afecta a nuestro país.
Conocí historias de generaciones de mujeres analfabetas, porque las mujeres no necesitaban estudiar, bastaba con que fueran buenas amas de casa, se las destinaba al cuidado de los hermanos, el padre y luego el marido. Mujeres cuyo único anhelo era casarse y rogaban que fuera un hombre bueno.
Hasta el día de hoy hay chistes machistas, donde la mujer es solo un artículo más de la cocina, donde no tenemos cerebro y donde lo más importante de nosotras es la vagina.
Como somos consideradas por muchos hombres seres de segunda, hay una enorme cantidad de mujeres sufriendo castigos físicos y sicológicos. Mujeres despreciadas por sus parejas, ocupadas como objeto de desahogo de sus falencias y frustraciones. Miradas como basura y tratadas como tal, golpeadas y humilladas hasta la muerte, hoy se le llama femicidio, yo le llamo asesinato racista. Mujeres que por ignorancia, falta de oportunidades o mera apariencia frente al medio social se dejan avasallar por aquellos a los cuales se unieron por amor. Mujeres que han perdido la conciencia de que son seres con derechos y el derecho fundamental es a la vida, tiene derecho a vivir y ser consideradas como miembros de la sociedad, tienen derecho de decir NO, decir basta a los abusos.
Se nos atribuye el pecado original y hasta el día de hoy hay Hombres que se aferran a eso para humillarnos. Miles de años han pasado desde ese escrito y aun hoy se nos castiga. Yo me he preguntado muchas veces ¿será cierto? Y ¿si no es verdad? Si la biblia fue manipulada por sus traductores (hombres), para dejar fuera a las mujeres, sumidas en un papel de segunda clase. Si Jesucristo predico el amor al prójimo, el pedón de los pecados ¿eso era y es solo una consideración para los hombres? Yo creo que no. Jesucristo predico igualdad ante los ojos del Padre, IGUALDAD eso significa ni inferiores ni superiores, si no que medidos por la misma vara.
Con el transcurrir de las décadas, las mujeres hemos tenido logros importantes, el derecho a voto, el derecho a trabajar, al control de la natalidad, tenemos mujeres ocupando cargos importantes, pero aun nos falta, aun no conseguimos la igualdad, porque aunque tenemos cargos similares a los varones, ganamos mucho menos, nos discriminan por estar en época fértil y a veces hasta porque tenemos hijos.
Yo me enorgullezco de pertenecer a las mujeres de mi generación, mujeres en su mayoría independientes tanto económica como emocionalmente, que decimos y hacemos lo que queremos, que no nos dejamos intimidar por los Hombres, que pedimos respeto, lealtad. Mujeres intolerantes ante los arrebatos machistas y violentos. Mujeres que sabemos podemos formar familias donde somos madres y padres, trabajadoras y amas de casa. Mujeres que alzamos la voz ante las injusticias a nuestro género. Mujeres que exigimos el placer sexual como necesidad, no como medio meramente de procreación, como era considerado antes, ya que las mujeres decentes no debían sentir placer.
Somos las maestras de futuras generaciones, maestras que aprendimos de los errores de nuestras antepasadas. Mujeres que no queremos ser consideradas seres de segunda clase, sino iguales. En nuestras manos esta, criar hijos con valores de igualdad de género donde el respeto sea mutuo, donde prime la tolerancia frente a las diferencias.
Hay que decir basta a la violencia. La violencia solo engendra violencia destrucción y muerte, en cambio el amor genera más amor, respeto y vida. Creemos un mundo mejor para las futuras generaciones donde la igualdad y el respeto sean la base.
Recuerden siempre que si damos amor lo que recibimos siempre a cambio es más amor. Si sembramos violencia lo único que cosecharemos es más violencia y muerte.

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