lunes, 9 de enero de 2017

Le robamos minutos al tiempo, para desfrutar de nuestra compañía, mirarnos a los ojos y sin palabras decirnos “te amo”, porque en nuestras bocas eso está prohibido. Robamos minutos al tiempo, para que nuestros cuerpos se mezclen, encajen y con caricias decirnos lo que las palabras no pueden decir. Somos uno en dos, nos hallamos tarde y ese es nuestro pecado.

Le hemos robado demasiados minutos el tiempo, y el que es inexorable, nos ha pasado la cuenta, hoy llega a su fin lo que tuvimos, hoy solo queda decir Adiós.

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